A la enorme mayoría de los trastornos infantiles y de adolescentes no se les da la importancia que tienen y por consiguiente no reciben un tratamiento adecuado. Como cualquier cuadro dentro de la práctica médica un manejo temprano del trastorno optimiza el pronóstico y reduce el tiempo de tratamiento. Recordemos que el niño no tiene la capacidad de poder identificar que es lo que le está ocurriendo ni siquiera de reconocer que lo que él presenta es una enfermedad, por consiguiente nos corresponde a los padres identificar cualquier alteración en el desarrollo del niño. El problema inicial puede afectar otras áreas del desarrollo por ejemplo una tartamudez o una enuresis que nos habla en buena parte de una angustia en el pequeño puede afectar aún más la autoestima, al sentirse el niño ridiculizado y/o señalado; a la angustia inicial se añadirá una nueva angustia al enfrentarse al entorno familiar y social en donde se le presiona a superar el síntoma y al no poder dominarlo, generará aún más tensión; esto es tendremos angustia sobre angustia lo que imposibilitará aún mas al niño para poder controlar el síntoma.

CUANDO EL MIEDO ES POR DENTRO, ES MAS FUERTE, LIBERATE DEL MIEDO Y VUELVE A VIVIR